El PRD/PRM se pasó 16 años sin poder conquistar la Alcaldía de Santo Domingo Este, ahogados en el «no liderazgo» y las contradicciones entre ellos, junto a la sagacidad de Juancito, el alcalde del PLD, que los mantenía «a raya» y así ganó elección tras elección.
El PRM no quiso asumir a Manuel en el 2016, que se había marchado del PLD y competiría en la casilla 22. Pudo más las mezquindades y el atraso del pensamiento político de los que en ese desacierto participaron para quedar en un lejano y bochornoso 3er lugar, mientras Manuel se alzaba con el gane y el PLD se lo arrebataba, en uno de los fraudes más bochornosos recogidos por la historia de la democracia.
Manuel no solo había ganado, sino que el hoy PRM había sido tirado al desprestigio que, con fraude y todo, un lugar 22 les pasara «el rolo».
Conociendo la ausencia de liderazgos, Dio se registra en el PRM cruzando los dedos para que no dejarán entrar a Manuel pero este lo hizo y en unas primarias, le aplastó.
Manuel gana limpiamente las elecciones a Luis Alberto y, a partir de ahí, los que no pudieron llegar nunca, comenzaron a decir que eran ellos quienes habían puesto a Manuel en el podium, sin entender que el liderazgo tradicional en el PRM era tan pequeño que dos recién llegados marcaban más que ellos, sin embargo, la etapa de la mezquindad desmedida, el no apoyo a una alcaldía de «ellos» (Manuel reparte el 80% de los empleos), había arribado.
La mediocridad atacaba todos los días hasta poner a parte del partido contra Manuel, al que acusaban de «peledeista», mientras un plan macabro se construía para sacarlo del poder y poner a un igual, importado, pero que no tenía ningún arraigo en las filas de los peñagomistas sino su propio guion.
Revierten la decisión de hacer primarias por encuestas porque las ganaba Manuel, Dio estaba compitiendo en el 4to lugar con Bertico y Adán en segundo, hasta que el fraude fue ejecutado, cortaron las alas a los Manuelistas que no pudieron comprar y, con la venia del organismo organizador con quién tenían relaciones de 1er nivel, colocaron al pastor en el lugar que no le correspondía y ya hoy, el lamento crece.
El PRM, víctima de quienes se complotaron para violentar la voluntad del perremeista, ahora, con un cementerio de funcionarios sacados del poder, otra vez sin liderazgos visibles que puedan dar esperanzas a retener la plaza en el 2028, en una ciudad que languidece, muere, gracias a la actuación irresponsable de un funcionariato corrupto y la delincuencia electoral que no solo impidió a Manuel seguir, sino que violentó el resultado de las regidurías.
El liderazgo del PRM hoy, salvo muy raras excepciones, no posee formación política y el verdadero liderazgo está ausente, nada que ofrecer a un electorado que ha cambiado, justo en meses en los que ahora «su» alcalde pasa a ser la vergüenza y el hazme reír nacional.
Manuel ahora es la figura más preponderante del PRM, la única que puede sumar hacia afuera en un momento débil que aprovecha el alcalde para buscar «comprar el partido con el presupuesto de la Alcaldía», dejando hechos trapos a los liderazgos locales, algunos de ellos complotados contra el ex-alcalde y ahora les muerde el karma.
Quién es el PRM en Santo Domingo Este?, en una ciudad que languidece entre vertederos dentro de un furgón, servicios municipales destruidos y las áreas verdes llenas de maleza, con regidores que salen en ridículos videos de madrugada, recalcando que hay que hacer de todo para tener el «favor» del alcalde, tirando a un retrete eso de fiscalización y hasta la integridad humana.
El PRM podría estar a las puertas de una crisis seria, al no existir liderazgos con preponderancia que sumen y representen un partido con dignidad frente a una sociedad exigente, con ex-funcionarios alimentando un penoso cementerio político local, en una ciudad donde los «líderes» se desconvocan poniendo de «mugiganga» a la militancia que apuestan a que el presidente otorgue decreto a un liderazgo que se portó «muy mal» y donde, por números, el voto por él no fue impulsado como se debió.
Lo resultados electorales dicen que salvo algunos casos, Luis Abinader no le debe mucho al PRM de Santo Domingo Este, donde incluso las conspiraciones, primero contra Manuel y luego contra Antonio Taveras, se convirtieron en un bochorno demasiado evidente que atentaron contra la propia reelección porque ahora se sabe, por qué solos se pasaron 14 años sin llegar al poder.
Hoy poseen un alcalde que irrespeta al liderazgo, los deja esperando en reuniones nocturnas, les hará quedar mal con sus seguidores para asaltar él mismo las estructuras, y sacarlos a todos los que tengan posibilidades de crecer, en unos cuatro años, que no parece que desde presidencia se irradie decretos para esta zona del país, amor con amor se paga.
El PRM está, literalmente, entre el poder del Alcalde que no les quiere, una dirigencia que son incapaces de ponerse de acuerdo, un partido que no fija posiciones en nada que afecte al ciudadano y un amor pobre entre la presidencia y los líderes de aquí.
El futuro es demasiado incierto para una masa militante con dirigentes que pocas veces ha entendido su rol, qué son los liderazgos verdaderos, que dejaron pasar de alcalde a un improvisado y hoy miran al futuro y solo ven incertidumbre, todos.
@Fdo_Buitrago